Si eres un apasionado de los autos, sabes que una llanta ponchada puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero no te preocupes, cambiar una llanta no tiene por qué ser un desafío insuperable.
1.- Preparación: Lo primero que debes hacer es estacionar tu vehículo en un lugar seguro y plano. Enciende las luces de emergencia y asegúrate de que el freno de mano esté activado. Luego, retira la llave de tu llanta, el gato y la llanta de repuesto de la cajuela de tu auto.
2.- Levantar el vehículo: Coloca el gato en el punto de levantamiento designado (consulta el manual del propietario de tu vehículo si no estás seguro de dónde se encuentra). Asegúrate de que el gato esté firmemente asentado y comienza a levantar el vehículo.
3.- Remover la llanta ponchada: Ahora que el vehículo está levantado, puedes proceder a remover los pernos de la llanta con la llave. Una vez que los pernos están fuera, retira la llanta ponchada del eje.
4.- Instalar la llanta de repuesto: Coloca la llanta de repuesto en el eje y aprieta los pernos con la mano tanto como sea posible. Luego, baja el vehículo hasta que la llanta de repuesto toque el suelo, pero no del todo. En este punto, puedes usar la llave para apretar completamente los pernos.
5.- Bajar el vehículo: Una vez que los pernos están apretados, puedes bajar completamente el vehículo. Asegúrate de recoger todas tus herramientas y guardar la llanta ponchada en la cajuela.